Con ustedes @lucrecarrillo actriz entre periodistas, santiagueña entre porteños, folclorista entre rockers. Tiene un programa en Radio Nacional y le gusta patear tortugas como a mi y estar cansada en una choza en el Missisipi.
A ver si les gusta:
Pintamos con aerosol fluorescente los caparazones de esas tortugas, las que siempre se nos habían escapado. Las muy putas esas que, de chicos, nos hacían dar miedo con sus caras de viejas. Nos reímos, tambaleamos. Estamos medio drogados: por el aerosol y por la inminencia de convertirnos en asesinos inútiles.
Rogamos que salga la luna esa noche sobre la playa. Si no, no se justificaba el asesinato. ¿Qué saben los ecologistas de la belleza? Algunos sacrificios, como el amor o la muerte, valen la pena.
Tirados en la playa, llenos de arena, con el mar acusándonos, señalándonos… esperamos la noche con los dedos manchados de aerosol. Al final –decimos- si sale la luna e ilumina nuestros cuerpos fosforecidos, quizás no hubiera hecho falta hacer morir a las tortugas. Nos quedamos en silencio, oliendo a mar y a solvente.
-¿Está la belleza en los colores? ¿en el lento movimiento luminoso en medio de la noche? ¿en la animal forma psicodélica?
–No.
Nos consolamos:
-La belleza está en la muerte.
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