La moza colombiana

Una noche estaba tomando tragos con un encanto y aparece Antonela una mulata, con muchos dientes y ojos de psicópata. Nos atiende a mi y al encanto con una voz desquiciadamente alta y en un español forzado hasta la demencia "Que mas se van a servir, SEÑORES?" y se quedó mirándome fijo con sus ojos desorbitados y esa sonrisa solo vista en tarados de las instituciones mentales menos clasificadas. Miedo, entendés?

Continuó la velada, e inclusive el encanto se percató que algo no andaba bien. La moza, colombiana, estimo, gritaba en otras mesas, forzaba una amabilidad que no debía ser nada buena y chillaba un español caribeño de hotel medio pelo de Panamá.

Ella, Antonela, es una chica viajada y estaba ensayando sus primeras armas en el punto mas alto de civilizacion de Sudamerica, en un barsucho con cuarto de onda en Las Heras y Junin. Estaba en la cantera en su ultimo nivel para dar el salto. Con la lección "Recoleta, Buenos Aires" aprendida, podía dejar el aire de este nuevo continente para ir a la vieja, derruida y refinada Europa. A vivir con algunos primos en Madrid o colarse en algún antro para estudiantes sudakas en Berlin.

Ella, Antonela, con su mirada demente y su sonrisa forzada y destructiva es, al fin y al cabo, un personaje mas en esta historia.

Antonela con ex presidente argentino, de visita.